Estas obras teatrales fueron
presentadas en el teatro “Villa de Mairena” en la localidad de Mairena del
aljarafe. Se trata de un proyecto llevado a cabo con motivos de las fiestas navideñas
en colaboración con la hermandad de las Mercedes.
La primera función está
interpretada por niños y niñas de edades comprendidas entre los 3 y 6 años. La segunda “foto de navidad” por
niños de 7 y 14 años.
La obra “Estrellita de Navidad”,
es una obra original de Alejando Sánchez Ontiveros, una obra que pretende mostrar que los
verdaderos milagros de la navidad no son sobrenaturales o mágicos sino que son
más simples: acompañar al que está solo, consolar al que padece, ayudar al que
lo necesita, compartir lo que se tiene, pero sobre todo entender que el
verdadero sentido de esta festividad universal está en la idea de construir un
mundo a través de acciones sencillas, desinteresadas y amorosas. Si el mundo,
la mala educación, los Medios hacen todo lo posible por afianzar nuestra
individualidad y egoísmo, la Navidad puede ser un buen pretexto para mirar a
los demás, no por caridad, sino por un genuino interés y solidaridad.
Durante la representación del acto
los niños mostraron una gran participación y colaboración, donde al mismo
tiempo, existía una coordinación entre unos actos y otros. En el desarrollo de
las interpretaciones cada niño aportó parte de su personaje, mostrando cada
emoción u expresión requerida para ese momento. Dadas sus cortas edades, la forma
espontánea de movimientos e interpretación aportaban una frescura y gracia
natural que llamaba la atención del público.
La obra “la foto de navidad” es
una adaptación de la obra de José Manuel Ballesteros Pastor, que es un autor
especializado en el teatro para niños.
En este caso, la trama gira en
torno a una foto de Navidad en la que salen retratados todos, desde el niño
Jesús hasta el Gordo de Navidad. Pero son tantos que el fotógrafo se tendrá que
armar de paciencia para colocarlos a todos...¿Cómo lo conseguirá?. Los niños que
interpretaban la obra eran más mayores que en la anterior. Mostraron un
importante carisma y soltura en cada uno de los personajes, que permitieron
captar el interés del público. Por otra parte, es una obra con mucho dinamismo
y que requiere de buena coordinación entre todos los personajes, algo de lo que
hicieron gala en cada uno de los actos.
En ambas funciones los niños han mostrado entusiasmo, motivación
y se han divertido, algo que se ha transmitido en la propia representación. Por
tanto, desde un punto de vista educativo, podemos tener en cuenta que el teatro
al igual que otros recursos, es una herramienta a tener en cuenta, ya que a
través del juego dramático se desarrolla la imaginación, la capacidad creadora
y es una forma educativa y divertida de inculcar valores y aprendizajes.
En estas funciones cabe destacar
la interpretación y representación de los personajes llevados a cabo por los
propios niños, ya que muchas veces el aprendizaje se convierte en algo mecánico
y rutinario y no nos paramos a pensar en todos aquellos recursos que podemos
poner en práctica cuando se representa una obra de teatro, como es ponerte en
la piel de otra persona y dramatizar sentimientos y emociones.
A través de la interpretación se
ponen en juego diferente aspectos y conocimientos, empezando por la empatía, al
adoptar un rol y continuando con valores y emociones, tan pocos trabajados a
veces como la esencia de la comunicación del lenguaje en todas sus expresiones,
no sólo oral sino también el uso del propio cuerpo.
En definitiva, debemos acercar a
los niños al teatro de un modo lúdico, ameno, placentero, donde a la vez que
juegan y dramatizan, aprenden a trabajar juntos, como un gran equipo, aportando
cada uno su “magia” para que la obra funcione.
María Esther Estévez