sábado, 21 de diciembre de 2013

Poema: el lagarto está llorando.


Análisis de recursos literarios:


“El lagarto está llorando”, es un poema perteneciente al género lírico, en el
 que Lorca expresa y transmite la idea sobre la que trata el texto literario desde su perspectiva, sentimientos, emociones y forma de apreciar esa idea.

El poema se puede percibir como una metáfora por la que García Lorca manifiesta la conmoción y pena que sienten los pequeños/as ante la pérdida de algo tan estimado y querido. 

En numerosas ocasiones  los adultos no comprenden la relación de apego establecida entre el niño/a y algún objeto que a simple vista y para las personas mayores, no significa nada, pero para el infante es mucho más que un mero objeto, puede ser un juguete con el que guarda una gran vinculación afectiva.

De igual forma, puede contener sentido en el poema el objeto que han perdido los lagartos: un anillo de desposados. No es un objeto cualquiera, es un elemento que representa unión y afectividad. La misma emotividad, sentimiento y unión que siente un pequeño hacia su juguete de apego, se trata por tanto de una metáfora de éste (visible en la tercera estrofa).

El poema se puede también interpretar como una añoranza del poeta hacia su infancia vivida en Granada, su amada ciudad repleta de paisajes rurales y agrestes de los que él tanto disfrutaba. Mezcla detalles naturales, utilizando términos como el cielo, el sol, los lagartos, los pájaros, y elementos infantiles a través de diminutivos como “delantalitos”, “anillitos”. Asimismo, emplea partículas gramaticales que expresan cierta connotación emocional, en este caso emoción de dolor a través de las interjecciones “ay”. Todo ello con el objetivo de contextualizar el texto en una situación de melancolía combinada con un entorno rústico y con un sentimiento que evoca la niñez.

Aplicación didáctica: ¿Cómo afrontar los objetos transicionales? ¿Cómo      canalizar las emociones?

Es un poema idóneo para las aulas de Infantil; no obstante, conviene concretar el ciclo. Al tratarse de un poema con cierta carga de figuras literarias, puede resultar algo compleja su interpretación. Por ello, en el segundo ciclo de esta etapa educativa encajaría correctamente.

Empleando el poema como recurso, se puede tratar un tema que causa problemas en numerosas ocasiones: cómo abordar en clase la presencia de objetos transicionales. Para no ocasionar situaciones de sufrimiento, que puede llegar a ser incluso físico, son fundamentales las posturas adoptadas por los familiares y los educadores. Se debe interpretar la imagen del niño con su objeto transicional como una estructura unitaria y no descomponible, una realidad completa, sin mostrar actitudes de rechazo, burla, infravaloración hacia el objeto deseado por el niño.

El período de tiempo en el que el niño se va alejando de su querido objeto, es un transcurso lento y de natural superación, en el que el pequeño se va distanciando de los contenidos simbólicos del objeto amado, transmitiendo a su vez, sus contenidos afectivos y cognitivos a zonas más amplias, enriqueciendo y diversificando el tipo de relaciones.

Se debe tener en cuenta los significados profundos y personales que el niño proyecta en el objeto. Es conveniente crear situaciones lúdicas y de interés en las que impliquen la participación del objeto a la hora de realizar las distintas actividades. De este modo, es posible utilizar ese elemento adyacente como un gran estímulo para invitar y motivar al alumno a la ejecución de tareas.

De forma previa, el poema puede ser leído en voz alta en clase o en casa por el maestro/padre/madre. 

    O bien, con el objetivo de familiarizar a los más pequeños con el poema y despertar su interés por el mismo, otra opción interesante podría ser su representación teatral.




     Tras ello, es posible realizar una asamblea a partir de la cual, con la ayuda del adulto los pequeños comprendan el sentido del poema. No se trata de que el adulto interprete el poema por los niños, sino, en un ambiente creativo y motivador, los invite a la reflexión y al análisis.

La asamblea puede ser iniciada con preguntas como:

"¿Cómo se sienten los lagartos? ¿Por qué lloran?
¿Qué han perdido?"

Tras esta pregunta, sería interesante esconder en el aula un anillo de considerable tamaño (realizado con papel de plata, por ejemplo) e invitar a los alumnos a que lo busquen.

Una vez que lo han hallado continuarían con la asamblea con preguntas como:

"¿Qué pasaría si no hubiéramos encontrado el anillo?
¿Cómo nos sentiríamos?
¿Qué podemos hacer en vez de llorar?"

Se trata de comentar otras respuestas emocionales ante tal situación de pérdida distintas a las que protagonizan los lagartos.

Los alumnos podrán aprender a controlar sus emociones de forma positiva y a canalizarlas, habilidades emocionales tan importantes de desarrollar desde edades tempranas. 

  De igual forma, el poema puede ser cantado al mismo tiempo que empleamos muñecos de títeres realizados con materiales sencillos y accesibles. Es una divertida forma de tratar la música, la poesía y como en el vídeo anterior, la representación teatral. Si haces clic en la imagen, podrás ver un vídeo que muestra todo lo comentado.


Alejandra Duque

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