sábado, 8 de febrero de 2014

Dondiego sin Don.

Don Diego no tiene don. 
Don.

Don dondiego 
de nieve y de fuego.
Don, din, don,
que no tienes don.

Ábrete de noche, ciérrate de día
cuida no te corte
quién te cortaría,
pues no tienes don.

Don dondiego,
que al sol estás ciego.
Don, din, don,
que no tienes don.

Marinero en tierra, Rafael Alberti.



Os recomiendo este poema, sin duda. Lo he seleccionado con mucha ilusión y qué no daría por mostrárselo a los más pequeñitos.

Supongo que os habréis preguntado qué o quién es dondiego tal y como yo lo he hecho. Antes de revelarlo, os invito a una placentera interpretación, que desde ya os pido vuestra colaboración, pues, no logro comprender del todo ciertos matices del poema.

Alberti habla de dondiego haciendo uso de continuas metáforas por las que lo describe como algo de color blanco (de nieve) y rojo (de fuego).  He aquí la primera pista.

Asimismo, expresa que Dondiego se abre de noche y se cierra de día, está ciego al sol.
Colores, se abre en la noche, se cierra por el día… ¿qué podrá ser?



Así es, dondiego es una hermosa flor con peculiares características descritas por Alberti en este poema. Sí es cierto que no logro comprender el motivo y razón por la que el poeta expresa que no tiene don, quizá únicamente lo añada para hacer rima o para acentuar la aliteración que consigue con la letra “d”.  Os animo a que penséis el por qué.


Centrándonos en su aplicación en el aula de infantil, ésta puede ser fascinante. Imaginándome como una maestra, presentaría el poema a mis alumnos, se lo recitaría con la melodía y el tono adecuado que exige este texto, proyectando de fondo una imagen como la que podéis ver, o el vídeo que os he mostrado.  

Tras ello preguntaría que qué o quién es dondiego, solicitaría en todo momento su participación hasta que ellos mismos averiguaran y concluyeran que se trata de esta linda flor. 

A continuación, les mostraría una flor dondiego real, dejaría que la vieran, la oliesen, expresaran qué les parece. Al ser de día está ciega al sol, está cerrada. ¿Y si probamos apagar las luces y estar a oscuras? ¿Conseguiremos verla abierta? ¿Lograremos ver su interior? Los acercamos a la naturaleza.

Podemos ver que dondiego es diferente a otras flores que de día se abren, y de noche se cierran. Pero, de igual forma desprende un agradable olor y deleita la vista con sus colores. Nos gustan las diferencias, y a los más pequeños también.

Por último, este poema puede ser un recurso apto para trabajar y desarrollar habilidades relacionadas con el lenguaje, tan importantes en esta etapa. ¿Qué os parece si hacemos de él un pictograma para que los pequeños lo reciten oralmente?

Espero sugerencias, correcciones y aportaciones, ¡hasta la próxima! 

Alejandra Duque

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