Don Diego no tiene don.
Don.
Don dondiego
de nieve y de fuego.
Don, din, don,
que no tienes don.
Ábrete de noche, ciérrate de día
cuida no te corte
quién te cortaría,
pues no tienes don.
Don dondiego,
que al sol estás ciego.
Don, din, don,
que no tienes don.
Don.
Don dondiego
de nieve y de fuego.
Don, din, don,
que no tienes don.
Ábrete de noche, ciérrate de día
cuida no te corte
quién te cortaría,
pues no tienes don.
Don dondiego,
que al sol estás ciego.
Don, din, don,
que no tienes don.
Marinero en tierra, Rafael Alberti.
Os recomiendo este
poema, sin duda. Lo he seleccionado con mucha ilusión y qué no daría por
mostrárselo a los más pequeñitos.
Supongo que os habréis
preguntado qué o quién es dondiego tal y como yo lo he hecho. Antes de revelarlo,
os invito a una placentera interpretación, que desde ya os pido vuestra
colaboración, pues, no logro comprender del todo ciertos matices del poema.
Alberti habla de
dondiego haciendo uso de continuas metáforas por las que lo describe como algo
de color blanco (de nieve) y rojo (de fuego). He aquí la primera pista.
Asimismo, expresa que
Dondiego se abre de noche y se cierra de día, está ciego al sol.
Colores, se abre en la
noche, se cierra por el día… ¿qué podrá ser?
Así es, dondiego es una
hermosa flor con peculiares características descritas por Alberti en este poema.
Sí es cierto que no logro comprender el motivo y razón por la que el poeta
expresa que no tiene don, quizá únicamente lo añada para hacer rima o para
acentuar la aliteración que consigue con la letra “d”. Os animo a que penséis el por qué.
Centrándonos en su aplicación en el aula de infantil, ésta puede ser fascinante. Imaginándome como una maestra, presentaría el poema a mis alumnos, se lo recitaría con la melodía y el tono adecuado que exige este texto, proyectando de fondo una imagen como la que podéis ver, o el vídeo que os he mostrado.
Tras ello preguntaría
que qué o quién es dondiego, solicitaría en todo momento su participación hasta
que ellos mismos averiguaran y concluyeran que se trata de esta linda flor.
A continuación, les
mostraría una flor dondiego real, dejaría que la vieran, la oliesen, expresaran
qué les parece. Al ser de día está ciega al sol, está cerrada. ¿Y si probamos
apagar las luces y estar a oscuras? ¿Conseguiremos verla abierta? ¿Lograremos
ver su interior? Los acercamos a la naturaleza.
Podemos ver que
dondiego es diferente a otras flores que de día se abren, y de noche se
cierran. Pero, de igual forma desprende un agradable olor y deleita la vista
con sus colores. Nos gustan las diferencias, y a los más pequeños también.
Por último, este poema
puede ser un recurso apto para trabajar y desarrollar habilidades relacionadas
con el lenguaje, tan importantes en esta etapa. ¿Qué os parece si hacemos de él
un pictograma para que los pequeños lo reciten oralmente?
Espero sugerencias, correcciones y aportaciones, ¡hasta la
próxima!
Alejandra Duque
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