No le gusta al coco Roco
jugar al fútbol ni un poco,
porque le aburre un montón
dar patadas al balón.
Es su afición favorita
jugar a las comiditas.
Sueña que en un restaurante
será el chef más importante.
Carmen Gil.
Carmen Gil en este poema presenta
una realidad contraria a la que demasiados adultos desean ver en los más
pequeños. Para muchos padres es enorgullecedor de cara a la sociedad que su
hijo se decante por juegos y aficiones típicas masculinas como jugar al fútbol,
mientras que su hija juega a las cocinitas o a las casitas. Y si ocurre lo
contrario, se toman actitudes negativas como la vergüenza o la represión.
Coco Roco puede ser cualquier
niño de la etapa de Educación Infantil que en lugar de jugar al fútbol como el
resto de sus compañeros, prefiere jugar a las comiditas. Esta situación puede originar
rechazo por parte de sus compañeros o la imposición de etiquetas despectivas.
En el proceso de construcción de
su identidad de género en el que se encuentran inmersos, juega un papel
fundamental la actitud del adulto para desarrollar una acción coeducativa
orientada hacia la proyección de valores relacionados con la igualdad y el respeto.
Aplicación didáctica:
Aplicación didáctica:
Así, el poema seleccionado se presenta como un
recurso adecuado para mostrarles a los niños y niñas una realidad diferente a
la que están acostumbrados a ver.
El maestro antes de recitar el
poema, puede presentar a los pequeños el personaje coco Roco valiéndose de un
peluche o un muñeco de guiñol para así contextualizarlos. El docente podría contar con juguetes propios
de las cocinitas y de una pelota.
Mientras recita el poema la
expresión y gestos del maestro juegan un papel fundamental como señales que
ayudan a los niños en su tarea interpretativa del texto. Cuando el docente
enuncie que al coco Roco no le gusta jugar al fútbol, mostrando movimientos
negativos, aproximará el peluche a la pelota, y realizará lo contrario cuando
se trate de las comiditas.
Es conveniente que el docente en
todo momento exalte el personaje coco Roco para que se convierta en un modelo a
seguir y en una figura que su aceptación y admiración esté asegurada.
Tras su recitación, el docente
puede preguntar a los pequeños a qué más juegos puede jugar coco Roco, y a
continuación formar grupos heterogéneos;
cada grupo (tanto niños como niñas) jugará a las cocinitas, a la pelota,
coches, construcciones…
De esta forma, se trata de sumergirlos
en la igualdad al mismo tiempo que se aprovecha el enriquecimiento que suponen
las situaciones lúdicas variadas y mixtas.
Para concluir, me parece interesante añadir una pequeña observación. En una tienda de juguetes pude ver esta imagen:
Creo que es uno de los primeros pasos que se deben dar para incentivar a los pequeños a que se diviertan con juegos de todo tipo dejando a un lado el tópico sexista.
Alejandra Duque
Fenomenal. Ayuda a derribar estereotipos, aún tan incrustados en nuestra sociedad.
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